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Opine en Deporte El jugador ecuatoriano Pedro Pablo Perlaza vivió un angustiante episodio tras ser secuestrado junto a su amigo Juan Carlos Morales. Ambos permanecieron en cautiverio durante tres días, pero fueron liberados la noche del miércoles 4 de diciembre gracias a un operativo liderado por la Unidad Antisecuestros de la Policía Nacional de Ecuador.
El secuestro ocurrió el domingo 1 de diciembre en Esmeraldas. Según los informes policiales, los dos hombres fueron encontrados maniatados en una casa de madera en una zona montañosa de Atacames. Para llevar a cabo el rescate, las autoridades utilizaron drones y tecnología avanzada. “Durante el operativo, los agentes fueron recibidos con disparos por parte de los secuestradores, quienes lograron huir”, explicó el comandante de la Policía de Esmeraldas, Diego Velasteguí. No se registraron capturas, aunque se estima que unas seis personas armadas custodiaban a los secuestrados.
De acuerdo con el gobernador de Esmeraldas, Javier Buitrón, los secuestradores planeaban exigir 80.000 dólares como rescate. Sin embargo, las autoridades lograron frustrar sus intenciones y garantizaron la seguridad de Perlaza y Morales.
Testimonio del futbolista tras el rescate
Luego del rescate, Pedro Pablo Perlaza se reencontró con su familia en el comando de la Policía y relató los momentos de terror que vivió. “No dejamos de orar los cuatro días encerrados. Estoy muy emocionado, no hemos comido nada. Gracias a la Unase por sacarnos de donde estábamos. Fue en un lugar con más de 15 montañas. Es algo que no quiero volver a vivir. Lo importante es que estamos vivos”, expresó el futbolista conmovido.
Perlaza agradeció a los agentes por arriesgar su vida durante el operativo, aunque evitó dar detalles sobre el maltrato recibido. No obstante, una herida visible en la cabeza y su camiseta ensangrentada reflejaron el sufrimiento que padeció durante los días de cautiverio.
Carrera y trayectoria de Pedro Pablo Perlaza
Pedro Pablo Perlaza comenzó su carrera profesional en 2009 y ha jugado en varios equipos ecuatorianos, entre ellos América de Quito, Macará, Liga de Portoviejo e Independiente del Valle. En 2017 se unió al Delfín SC, donde fue pieza clave en la obtención del título de la Liga Pro en 2019. También formó parte del Aucas, con el que salió campeón en 2022, y ha vestido la camiseta de la selección ecuatoriana en dos ocasiones durante el proceso rumbo a Qatar 2022.
Tras regresar al Delfín SC, el futbolista volvió a ser noticia por su reciente secuestro, un episodio dramático que, por fortuna, no tuvo un desenlace fatal.
