En una noche cargada de emociones y desafíos, Millonarios enfrentó su primer partido en la Copa Libertadores 2024 contra el formidable Flamengo, uno de los favoritos para llevarse no solo la victoria en el grupo E sino también el título del torneo. El encuentro, disputado en el estadio El Campín, finalizó en un tenso empate 1-1, un resultado que, aunque frustrante por momentos, se celebró como una gesta de amor propio y resistencia.
Desde el inicio, el equipo azul se vio presionado por las rápidas ofensivas de Flamengo, un rival que no dudaba en acelerar el juego para poner en aprietos a la defensa local. A pesar de las oportunidades claras para Flamengo, que incluyeron un remate de Bruno Henrique bien contenido por el portero Montero, Millonarios logró mantener el marcador en cero, gracias en parte a la imprecisión de sus rivales y a la solidez de su arquero.
Millonarios no se quedó atrás en cuanto a generar oportunidades, mostrando destellos de peligro especialmente por parte de Cataño y Castro, aunque la falta de precisión y la sólida actuación del portero Rossi de Flamengo evitaron que el equipo local abriera el marcador en la primera mitad. A pesar de las numerosas ocasiones desperdiciadas, el empate sin goles al descanso se recibió con cierto alivio, considerando la calidad del adversario. VIDEO: 5 PUNTOS CLAVE DE LA SELECCIÓN COLOMBIA DE NÉSTOR LORENZO
Golpe y reacción de Millonarios
El segundo tiempo trajo consigo un golpe duro para Millonarios con la expulsión de Larry Vásquez y el consiguiente penalti convertido por Pedro a los 64 minutos, poniendo a Flamengo adelante en el marcador. Con diez hombres en el campo y el peso del partido en contra, el equipo azul enfrentaba un cierre complicado.
Sin embargo, la entrada de Emerson Rivaldo y Daniel Ruiz revitalizó a Millonarios, aportando la energía necesaria para cambiar el rumbo del encuentro. Fue precisamente una jugada conjunta de estos dos jugadores la que desembocó en el empate, con Ruiz capitalizando un error defensivo de Flamengo para marcar el 1-1 final. Este gol no solo salvó un punto crucial para Millonarios sino que también inyectó ánimo en un equipo que luchaba en desventaja numérica.
Este empate tiene un sabor especial para Millonarios, que logra sostenerse ante uno de los equipos más fuertes del torneo, demostrando que la lucha y el espíritu combativo son vitales en competencias de este calibre. A pesar del alivio y la celebración, el equipo debe ser consciente de que este es solo el comienzo de su camino en la Libertadores, y queda mucho por mejorar y ajustar.